En lugar de contar calorías, existe una sencilla regla empírica que ayuda a comprender de forma natural cómo hacer raciones moderadas y saludables:
+ Para cada comida, una ración del tamaño de la palma de la mano de alimentos proteicos (carne, huevos, lácteos, legumbres, etc.) y una ración del tamaño del puño de verduras.
+ Para la mayoría de las comidas, un puñado entero de hidratos de carbono (pasta, arroz, fruta) y una ración del tamaño del pulgar de alimentos grasos como mantequilla, aceite y frutos secos.
Estas pautas se aplican a las mujeres, mientras que para los hombres la cantidad se duplica. Por supuesto, el ayuno a intervalos también puede combinarse con otras dietas, como la baja en carbohidratos o la cetogénica, es decir, con un consumo limitado de carbohidratos.